viernes, 14 de febrero de 2014

Artículo: Costumbres de San Valentín

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Hoy les voy a conversar de una fecha amada y esperada por muchos, odiada y despreciada por otros tantos. Es casi 50/50.


El día de San Valentín partió como la celebración de un santo (ahora casi nadie se acuerda, pero todavía algunos celebran “onomástico” y mandan saludos por la radio), que tenía la particularidad de ser un mártir, es decir, que murió por una causa justa. Existen muchas, muchas historias acerca de este señor Valentín porque además existieron muchos señores con el mismo nombre que hicieron cosas bonitas y, al parecer, todos murieron por algo lindo. Más o menos por la Edad Media, se empezó a reconocer el día como una celebración del amor romántico (que era igual a decir trágico, por ese entonces). Desde esos tiempos hasta ahora, las costumbres han ido variando de lugar en lugar; algunas algo particulares, otras no tanto.

En Eslovenia, por ejemplo, San Valentín es uno de los santos de la primavera y su día marca el despertar de la naturaleza. Solo las aves en los campos declaran su amor el 14 de febrero, eso sí, ¡los eslovenos se ponen manos a la obra en los viñedos y campos! Su día oficial del amor es el 12 marzo, el día de San Gregorio.

Por su parte, la mayor parte de Latinoamérica conoce el día de San Valentín como el “día del amor y la amistad” (aunque existen muchas variantes, ¡todo depende del país!); los hombres regalan chocolate y flores a sus personitas especiales, los hay quienes regalan peluches o, aún menos común, objetos que podrían sorprender a Esa Persona. Digo sorprender porque no es ninguna sorpresa, personalmente hablando, que te lleguen rosas y un Sahne-nuss el 14 de febrero.

En Japón el asunto es distinto, ya que son las chiquillas las que se mueven para dar el regalo “indicado” para la persona. Digo indicado porque el chocolate varía de persona en persona, dependiendo del grado de cercanía que tengan (¡SÍ, EN JAPÓN TOCA CHOCOLATE PARA TODOS!).


Empecemos desde el chocolate más barato, el chō-giri choko… que es el de súper ultra obligación. Cero ánimo de regalar algo, 100% compromiso. Supongo que es mejor algo a nada.


Algo menos triste es el giri-choko, que se le regala por compromiso a los compañeros de trabajo y al jefe. Barato, pero no tanto, sirve para marcar el aprecio en el trabajo, onda “al menos no te tocó un Baton”.


El tomo-choko o chocolate de la amistad, es algo que se ha popularizado mucho y ya es entrar al terreno del dulce de chocolate hecho en casa (o en el peor de los casos decorado por una misma). Hay lugares donde hasta venden kits para decorar una barra de chocolate con palabras de afecto. No es necesario algo super hiper mega elaborado, un dulce chiquito basta para mostrar un gran cariño, así que si les llega uno de estos… CÓMANSELO. INMEDIATAMENTE. DIGAN QUE ESTÁ RICO Y DEN LAS GRACIAS. Llorar es opcional.

Y llegamos… a la guinda de la torta. La cima de la cima. El honmei-choko es el chocolate dedicado a esa persona favorita de entre todas las personas favoritas, el o la más especial en tu vida. Hay gente que de verdad se luce haciendo figuritas de chocolate o bizcochos con chocolate “de verdad”, pero si eres de esos muchos que se les quema hasta el cereal (dicen que la intención es lo que cuenta), una opción viable es comprar de chocolatería, como La Fête, o una cajita de bombones Ferrero Rocher.

Japón es, aparentemente, el único país donde existe un “día de retribución/respuesta de declaración”, el Día Blanco; ese día, los hombres que recibieron un chocolate deben dar un obsequio que mínimo doble o triplique el valor del recibido (no es necesario que sea chocolate, puede ser joyas, ropa, etc.). De no hacerlo, se interpreta como que el hombre se está situando a sí mismo en una posición superior, excusas y todo, mientras que retribuir con un regalo de igual valor se interpreta como un quiebre de relaciones.

No sé ustedes, pero yo me voy a poner como esclava a preparar mis tomo-choko y honmei-choko. Ser nerd es una pega dura.

¡Que pasen un feliz San Valentín!

Teyde
Reportera
El Jardín Secreto

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